El Estatuto de los Trabajadores define el despido cómo una medida traumática, que únicamente debe aplicarse de no existir otras alternativas que permitan solucionar las causas que lo motivan.

Por otro lado nuestro convenio, de obligado cumplimiento por ambas partes, en su Art. 188 dice que, dado el carácter extremo del despido, debe existir un campo intermedio de sanción y en el Art. 193 que las sanciones deberán ser impuestas con carácter gradual y con la debida proporcionalidad. Por tanto, es evidente que antes de ejecutar un despido, debieran existir apercibimientos previos por escrito y aplicarse planes de mejora e incluso movilidad entre puestos, cosa que a día de hoy no está ocurriendo.

Estamos siendo testigos de cómo una gran parte de los despidos, se están basando en malas valoraciones de sus líderes, absolutamente subjetivas, en no alcanzar un objetivo o simplemente en haber tenido un desencuentro con un mando.

Con estos despidos la Empresa pretende meternos miedo y que apretemos más, incluso suprimiendo nuestros descansos con comentarios como…”tus compañeros hacen tanto y tú mucho menos”.

Pero en ningún momento valora que para conseguirlo está destrozando vidas, ya que detrás de un despido siempre hay una persona con una vida, una familia y unas circunstancias que a la Empresa nada la importan a la hora de ejecutarlos.

SITB entiende que la política del miedo trae presión y desconfianza. La presión trae consigo accidentes, actualmente tenemos una tasa de accidentalidad muy alta, y la desconfianza es la semilla para que se rompa el trabajo en equipo.

El miedo no sale rentable a largo plazo y una vez que se instaura, es muy complicado recobrar la confianza perdida.

Tenemos derecho, y creemos que es obligación de la Empresa, proporcionar un ambiente que nos permita venir a trabajar sin miedo. Que podamos cometer errores y aprender de ellos, sin que posteriormente sean utilizados como argumento para una sanción o incluso un despido.

Desde SITB queremos tender la mano al resto de secciones sindicales, para que entre todas podamos obligar a la Empresa a que las aperturas de expedientes disciplinarios, susceptibles de finalizar en un despido, deban pasar previamente el filtro del Comité de Empresa y que en el seno del mismo, podamos hacer que se cumpla lo que dice nuestro convenio.

Tod@s debemos tener claro que a día de hoy nadie en la plantilla esta fuera de peligro, ni el personal de oficinas, ni el de la B-ME, ni el de mantenimiento, ni los operari@s… absolutamente nadie.