Bridgestone Europe, con sede en Zaventem (Bruselas, Bélgica) ha anunciado hoy su decisión de cerrar su centro de producción de neumáticos de turismo en Modugno (Bari), Italia.

 La planta de Bari es una de las 8 plantas de neumáticos en Europa.  Los otros centros de producción de neumáticos están situados en España, Francia, Polonia y Hungría.

Es de destacar que esta decisión no tendrá ninguna repercusión sobre

el resto de centros del Grupo existentes en Italia, uno de los mercados clave en Europa, incluido el Technical Centre Europe junto a Roma y las oficinas de ventas en Agrate Brianza (Monza).  La decisión sigue a un análisis profundo de los cambios estructurales que han tenido lugar durante los últimos dos años en el mercado de neumáticos tanto en Europa como a nivel global.

De acuerdo con fuentes independientes externas y un análisis en profundidad, el segmento global de neumáticos de la UE ha descendido de 300 millones de unidades en 2011 a 261 millones en 2012 (-13%) y no se prevé una recuperación a los volúmenes anteriores a 2011 antes de 2020.  El único segmento con pronósticos positivos es el Premium.

Aparte de la caída estructural de la demanda de neumáticos, el sector está sufriendo un aumento de la presión proveniente de los productores de países emergentes, que ofrecen ventajas en términos de competitividad de costos.  Estos últimos han ido incrementando continuamente su cuota de mercado en el segmento de gama baja, donde disfrutan de ventajas significativas en términos de costes de producción, a costa de los principales fabricantes de neumáticos de calidad como Bridgestone.

En respuesta a estas dinámicas, Bridgestone Europe está volviendo a establecer prioridades en su producción para enfocarse en el segmento Premium del mercado.

Con relación a los procesos de producción, estructura y maquinaria, la planta de Bari se ha caracterizado por una producción basada principalmente en productos considerados hoy de uso general y también, desde el punto de vista de  costes, es penalizada por factores como los costes de logística y los de energía.

A pesar de los repetidos esfuerzos de ajustar la planta de Bari para afrontar estos nuevos retos y debido al descenso estructural de la demanda, así como al cambio hacia productos Premium, en combinación con los factores ya mencionados relativos a otras plantas europeas de Bridgestone, no han dejado a la Compañía otra elección que proceder con el cierre del centro.

Esta decisión se ha adoptado tras un profundo análisis de todas las posibles alternativas, pero ninguna de ellas ha sido viable.

La Compañía está dispuesta inmediatamente a comenzar el diálogo para encontrar la mejor solución para minimizar, en todo lo posible, el impacto social de esta decisión que afecta a, aproximadamente, 950 trabajadores, de acuerdo con la cultura del Grupo.

La Compañía espera que el diálogo conlleve un acuerdo para definir los plazos, términos y condiciones para el cierre de la planta.  No obstante, Bridgestone Europe espera cerrar las operaciones de la planta durante el primer semestre de 2014.

 

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